Remedios de la abuela y soluciones naturales para las reglas muy dolorosas

Las reglas dolorosas pueden ser muy incapacitantes para muchas mujeres a diario, independientemente del flujo. A veces conviene probar primero soluciones naturales, antes de considerar tratamientos medicinales. Menstruaciones muy dolorosas: ¿cómo pueden ayudar las recetas de la abuela? ¿Qué remedio natural adoptar? En este artículo te damos algunos consejos eficaces.
 

 

Períodos muy dolorosos: ¿a qué mujeres afectan?

En primer lugar, es importante recordar que las menstruaciones dolorosas y debilitantes no son normales. Es habitual experimentar molestias y dolores leves en los días previos a la menstruación y durante la misma, pero no tiene por qué ser una tortura. Las reglas dolorosas se conocen como dismenorrea. El dolor está causado por un exceso de una hormona llamada prostaglandina. Esta hormona es la que desencadena las contracciones uterinas que expulsan la mucosa durante la menstruación. El dolor menstrual es frecuente en los primeros meses tras lel inicio de la pérdida de sangre, en lla adolescencia. Es lo que se conoce como dismenorrea primaria.
Pero a veces las causas pueden ser otras: endometriosis, infección genital crónica, trastornos ováricos, trastornos hormonales o pólipos del útero l. En este caso, se trata de dismenorrea secundaria, que aparece a causa de una enfermedad, en la edad adulta l.

Nuestros 7 remedios de abuela para las reglas dolorosas

Dado que todas las mujeres pueden sufrir menstruaciones dolorosas en algún momento de su vida, ¡es importante que conozcas estos consejos de abuela que pueden cambiarte la vida! Sí, ¡existen remedios naturales para las reglas dolorosas!

Infusiones

Las infusiones de hierbas, como alternativa suave a los medicamentos, funcionan muy bien para reducir el dolor asociado al flujo menstrual. También puedes consumir una cucharadita en una taza de agua caliente justo antes de la regla, durante el síndrome premenstrual, para aliviar las molestias. Algunas de las tisanas e infusiones de hojas más eficaces y bien conocidas por nuestras abuelas son estas plantas con distintas propiedades:

  • La infusión de salvia es famosa por sus propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas. Ayuda a reducir los dolores menstruales y a regular los ciclos irregulares.
  • La infusión de hojas de frambuesa ayuda a aliviar los calambres y espasmos provocados por las contracciones del útero durante la menstruación. Puedes tomar hasta 3 tazas al día antes y durante la regla.
  • Infusión de milenrama. Esta planta contiene ingredientes antiespasmódicos, antiinflamatorios y relajantes.

Elige infusionesecológicas: son mejores para tu salud y evitas los disruptores endocrinos que pueden provocar desequilibrios hormonales, ¡que también pueden exacerbar el dolor! También puedes añadir miel o jengibre para obtener una bebida reconfortante.

Aceites esenciales

El uso de aceites esenciales se denomina aromaterapia. Los aceites tienen distintas virtudes y propiedades. Se pueden utilizar en un masaje (por ejemplo, en el bajo vientre) o en un baño caliente. Se prefieren los aceites esenciales:

  • Estragón
  • Salvia sclarea
  • Albahaca

Practicar un deporte

Aunque puedas pensar lo contrario, el deporte tiene en realidad una serie de beneficios para el dolor menstrual. El deporte activa la circulación sanguínea, lo que ayuda a oxigenar los músculos. Además, la práctica deportiva libera endorfinas, las famosas hormonas lresponsables de la sensación de bienestar, que ayudan a aliviar el dolor.
No hace falta que te obligues a correr una maratón durante la regla: una sesión de yoga o pilates es más que suficiente. Esto te ayudará a relajar los músculos y conseguirás relajarte concentrándote en la respiración.

Actividad sexual regular

Al igual que la práctica del deporte, la actividad sexual, y en particular el orgasmo, es un remedio natural contra el dolor menstrual. Alivia los calambres e incluso las migrañas asociadas a la menstruación. No hay ninguna contraindicación para mantener relaciones sexuales durante la regla: es perfectamente posible. Eso sí, ten cuidado, ya que la presencia de sangre aumenta el riesgo de ETS e ITS, así que asegúrate de protegerte durante el periodo.

Bolsa de agua caliente o baño caliente

El calor también reduce el dolor pélvico. El calor dilata los vasos sanguíneos, aumentando el aporte de oxígeno y relajando los músculos del útero.
Para ello, puedes darte un baño caliente con aceites esenciales o utilizar bolsas de agua caliente, una técnica bien conocida por nuestras abuelas. Las bolsas de agua caliente secas y naturales, por ejemplo, son prácticas porque basta con calentarlas 2 minutos en el microondas. Un ligero masaje en el bajo vientre también puede ayudar a aliviar las contracciones.

Un sueño reparador

Durante la menstruación, el sueño es aún más importante para el organismo. Ayuda a combatir la fatiga que puede agravar los síntomas menstruales. Del mismo modo, un sueño reparador combate los desequilibrios hormonales, que también pueden exacerbar el dolor.

Una dieta sana y variada

Una forma natural de combatir los dolores menstruales es vigilar lo que se come. Hay que evitar a toda costa los alimentos inflamatorios que contengan azúcar refinado, carne roja, alimentos muy procesados, etc. En su lugar, hay que optar por una dieta equilibrada, variada y rica en minerales. De hecho, algunos estudios demuestran que las personas que siguen una dieta rica en minerales tienen menos dolores menstruales. También puedes optar por alimentos como los frutos secos y evitar lel alcohol, los refrescos, el café, etc. ¡Y beber mucha agua!

¿Y si las soluciones naturales no funcionan?

Si, a pesar de todos estos consejos y remedios, tu dolor persiste, ponte en contacto con tu médico, ginecólogo o matrona. Sólo un profesional de la salud podrá diagnosticar la causa de tus molestias. Hay varias causas posibles, entre ellas la endometriosis. Recuerda que no es normal sentir dolor durante el ciclo menstrual y que en ningún caso debe afectar a tu vida cotidiana.

 

La anemia ligada a la menstruación es bastante frecuente. Puede provocar síntomas más o menos incapacitantes para la vida cotidiana. Si tu flujo menstrual es demasiado abundante, o incluso hemorrágico, ¡consulta a tu médico! Puede ocultar una patología subyacente.

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