La endometriosis es una enfermedad ginecológica femenina caracterizada por una afección inflamatoria causada por la migración de tejido endometrial fuera del útero. La enfermedad puede adoptar varias formas: endometriosis quística, endometriosis infiltrada o adenomiosis. La endometriosis provoca dolores difíciles de reducir.
La endometriosis puede causar dolores intensos que pueden limitar la escolarización o el trabajo. Este dolor suele aliviarse muy mal con medicación. El dolor y los síntomas derivados de la endometriosis son diferentes de una mujer a otra, ya que cada mujer tiene su propia endometriosis. Sin embargo, el dolor se produce principalmente durante la menstruación y la ovulación, pero también durante las relaciones sexuales: es lo que se conoce como dispareunia. Otro signo de endometriosis son las menstruaciones abundantes.
El problema de la endometriosis es que, además de causar dolores incapacitantes a diario, es extremadamente complicada de diagnosticar. El tiempo medio que se tarda en diagnosticarla es de unos 7 años, durante los cuales las pacientes se encuentran en un limbo médico total. A veces, la enfermedad se descubre incluso durante las operaciones, porque las imágenes a veces no se corresponden con el cuadro clínico.
Aunque actualmente no existe cura para la endometriosis, el dolor asociado a esta enfermedad puede aliviarse a veces con fisioterapia u osteopatía. A través del masaje, la movilización y el movimiento, y escuchando las necesidades de la paciente, podemos ayudar a aliviar y aprender a controlar el dolor.
¿Cómo puede reducir el dolor la fisioterapia?
Los fisioterapeutas pueden trabajar tanto externa como internamente, mediante masajes, movilizaciones, reeducación postural, fisioterapia, reeducación respiratoria, etc.
Existen varias técnicas:
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Trabajo abdominal y respiratorio: debido al dolor, los pacientes tienden a bloquearse. El objetivo de la fisioterapia abdominal y respiratoria es restablecer la respiración, relajar y controlar el dolor, y estirar suavemente las zonas sensibles. El fisioterapeuta puede concentrarse primero en todo el abdomen, después en el diafragma y, por último, realizar un trabajo visceral en las fascias viscerales escuchando al paciente y los tejidos que se relajan durante los movimientos. Lo más importante es escuchar a la paciente y su dolor, porque cada endometriosis es diferente y el dolor también.
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Un fisioterapeuta puede ayudar a reducir el dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia) aprendiendo a relajar el perineo, y más allá del perineo, concentrándose en relajar los músculos de la vagina, ya que la endometriosis puede crear adherencias que, al limitar la movilidad de los tejidos, hacen que las relaciones sexuales sean dolorosas. El objetivo es restablecer la movilidad de los tejidos.
La idea es promover una actividad física adaptada que beneficie al paciente tanto física como mentalmente, seguida de un tratamiento para el dolor en sí: cómo gestionar el dolor y aliviarlo a diario.
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