¿Cómo puedo reducir el riesgo de hemorragia en el parto?

¿Cómo puedo reducir el riesgo de hemorragia en el parto?

¿Qué es una hemorragia de parto?

lEl parto es la tercera fase del nacimiento l: la expulsión de la placenta, las membranas amnióticas y el cordón umbilical. Si quieres saber más sobre este tema, hemos hablado de los síntomas y las causas en este artículo: Hemorragia del parto, ¿qué es? 

¿Cómo prevenir las hemorragias del parto? l

A veces se toman una serie de medidas preventivas para evitar la hemorragia del parto. El Collègue National des Gynécologues et Obstétriciens Français (CNGOF) afirma que en la mayoría de los casos de hemorragia posparto no se han identificado previamente factores de riesgo. Por ello, las medidas de prevención de esta hemorragia sse dirigen a todas las mujeres. Se empieza por una consulta anestésica, cuyo objetivo es poner en marcha las medidas mínimas necesarias en caso de hemorragia.

No obstante, las mujeres "de riesgo", como ya hemos visto l, son objeto de un seguimiento especialmente estrecho. Las mujeres que ya han sufrido una hemorragia en el parto recibirán un suplemento de hierro en el tercer trimestre para reducir el riesgo deanemia.

Además, como hemos explicado anteriormente l, tras el parto, la mujer es monitorizada durante 2 horas en la sala de partos para comprobar, en particular, que el útero se retrae correctamente l. Durante este tiempo, se comprueba su frecuencia cardiaca, su tensión arterial y su tono uterino para asegurarse de que no sufre hemorragias. Si se detecta algo anormal durante este periodo, se toma una muestra de sangre del dedo de la paciente para comprobar al instante su nivel de hemoglobina. Si se detecta una hemorragia, ll equipo asistencial investigará las causas de la hemorragia. Se despliega entonces un equipo multidisciplinar. 

Además, se han desarrollado algunas técnicas, sobre todo en el Reino Unido, para mejorar el tratamiento de las hemorragias graves. Entre ellas figura s, un balón intrauterino que permite realizar la hemostasia internamente. Esto permitiría evitar determinados traslados a maternidades acreditadas. En los próximos años es posible prever una utilización generalizada en Francia.  

¿Tratamiento tras una hemorragia de parto?

En primer lugar, ante la menor duda sobre una posible hemorragia tras el parto, el equipo sanitario, con el acuerdo de la paciente, realizará una revisión uterina, también conocida como parto artificial. En este procedimiento se comprueba que la placenta ha sido expulsada con éxito y que no queda nada en la cavidad uterina. Consiste en realizar movimientos manuales en el útero, bajo anestesia epidural o general, para extraer cualquier resto de placenta.

lSi, por el contrario, la causa es la atonía uterina, es decir, como vimos anteriormente, lel útero no se contrae o no lo hace lo suficiente, se realizará un masaje para estimularlo, ya que es imprescindible que vuelva a tener contracciones para detener la hemorragia. En este caso, se puede utilizar un algodón orgánico bragas menstruales para absorber la hemorragia. También puede ser posible administrar loxitocina por vía intravenosa para ayudar a la que el útero vuelva a contraerse hasta alcanzar más o menos su tamaño original. En la mayoría de las hemorragias de parto, el tratamiento stermina aquí. Si aún así no es suficiente, puede administrarse prostaglandina, un fármaco más potente, para aumentar las contracciones. 

Sin embargo, si no es el útero el que sangra (o no es sólo el útero), sino la vagina o el cuello uterino, se realizará una revisión mediante válvulas para ver el interior de la vagina. Si se encuentra un desgarro, será necesario suturar para detener la hemorragia. 

Si la mujer ha sangrado mucho durante mucho tiempo, no tiene suficientes plaquetas o no tiene buenos factores de coagulación, se le realizará una prueba de coagulación para comprobar lel estado de la coagulación y los niveles de hierro.

Además, si la madre está por debajo de un umbral crítico, se la ingresará en cuidados intensivos y, en casos muy raros, se considerará la posibilidad de una transfusión de sangre.

Por último, si nada ha funcionado y la hemorragia persiste, la mujer se someterá a una intervención quirúrgica para detener la hemorragia, que consiste en la embolización de las arterias uterinas o la ligadura de las arterias. También se puede considerar el acolchado, en el que se cose el útero para compactarlo y evitar la hemorragia. Como último recurso, se practica una histerectomía, es decir, la extirpación del útero.

Sin embargo, el hecho de que haya tenido una hemorragia vaginal durante un embarazo anterior no significa necesariamente que tenga que tener otra durante el siguiente embarazo: todo depende de las causas de la hemorragia. No obstante, se aconsejará a la paciente que dé a luz en una maternidad de nivel II, así como que tome un suplemento de hierro durante el tercer trimestre de embarazo.

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