¿Qué es la vulvodinia? ¿Cuáles son las causas de la vulvodinia?

¿Qué es la vulvodinia? ¿Cuáles son las causas de la vulvodinia?
En colaboración con Sabrina Fajau, fisioterapeuta Corrección profesional

¿Qué es la vulvodinia?

 

La vulvodinia es un dolor crónico. Lo más frecuente es que la paciente sienta molestias, una especie de ardor. 

 

El diagnóstico de la vulvodinia es de eliminación. Antes de realizar un diagnóstico de vulvodinia, se descarta la posibilidad de dermatosis, es decir, la afectación de la piel, así como la afectación neurológica y la malformación genital. A continuación se realiza el diagnóstico de vulvodinia.

 

El diagnóstico de la vulvodinia no es sencillo, y a menudo da lugar a discursos como "todo está en su cabeza, señora" cuando el dolor está realmente ahí.

 

¿Cuáles son los síntomas de la vulvodinia?

Los síntomas de la vulvodinia suelen ser dolor a lo largo de toda la vulva, incluidos los labios mayores. Si el dolor se localiza sólo en la entrada de la vagina, se denomina vestibulodinia. La mayoría de las veces, el dolor se caracteriza por una sensación de quemazón asociada a hormigueo, tirones, sequedad o pellizcos. Este dolor puede ser repentino, pero también puede producirse por contacto (relaciones sexuales, bicicletas, ropa ajustada, etc.).

Las personas que padecen vulvodinia pueden enfrentarse con mayor frecuencia a otros dolores como :

  • ganas regulares de orinar
  • dolor en el bajo vientre
  • fibromialgia
  • síndrome del intestino irritable

¿Cuáles son las causas de la vulvodinia?

La vulvodinia está causada por una alteración del sistema del dolor. Normalmente, el dolor es una señal que advierte de un daño tisular. Cuando se produce la vulvodinia, el cerebro recibe información sobre "dolor" aunque no haya daño tisular real, y el sistema de bloqueo del dolor falla.  

¿Cómo se cura la vulvodinia?

 

El tratamiento de la vulvodinia lleva tiempo y debe ser multidisciplinar. El tratamiento corre a cargo de un ginecólogo, un dermatólogo, un fisioterapeuta y, en raras ocasiones, un psicoterapeuta, un terapeuta sexual o un cirujano (en casos excepcionales).

 

En primer lugar, se ofrecerá un tratamiento tópico local, es decir, cremas aplicadas localmente en la vulva. El problema de estas cremas es que el tratamiento suele ser decepcionante.

 

A continuación, se le ofrecerá una medicación consistente en antidepresivos. Los antidepresivos actúan sobre el sistema nervioso central y, por tanto, sobre los impulsos nerviosos relacionados con el dolor. Por tanto, la prescripción de antidepresivos ayuda a reducir el dolor. Por lo tanto, a menudo es importante educar a los pacientes sobre el dolor explicándoles cómo funciona el cerebro, cómo funcionan los nervios y por qué se les ha recetado un antidepresivo aunque no estén deprimidos y el dolor no esté en su cabeza, pero que este tratamiento sí ayuda a reducir el dolor neurológico. La clave aquí es trabajar con profesionales de la salud mental. Los sofrólogos también pueden ayudar con la relajación y a reducir el miedo al dolor durante la penetración.

 

Por eso puede plantearse la psicoterapia conductual.

 

En cuanto a la fisioterapia, la reeducación pélvica, asistida por electroestimulación y biorretroalimentación, también puede ayudar. Hablamos aquí de la electroestimulación TENS, es decir, analgésicos que pueden aplicarse en la zona lumbar, por ejemplo, para trabajar los nervios. Incluso en el campo de la fisioterapia, el tratamiento es polifacético. A menudo nos centramos en la relajación perineal porque, sin hablar necesariamente de vaginismo - (contracción refleja de los músculos en lla entrada de la vagina), ésta puede ser una de las consecuencias de la vulvodinia, pero no está necesariamente vinculada - las pacientes a menudo tienen un perineo hipertónico porque se contraen como consecuencia del dolor. Están contraídos, así que cuando los músculos están contraídos, aprietan un poco el nervio. Es un círculo vicioso. Por tanto, el principal tratamiento de fisioterapia es la relajación perineal mediante biorretroalimentación manual, que consiste en dar información a la paciente para que relaje el perineo. También puede combinarse con ejercicios respiratorios para relajar el diafragma. La fisioterapia especializada es, por tanto, uno de los pilares del tratamiento de las personas que sufren vulvodinia.

 

Por último, como último recurso y en casos excepcionales, puede proponerse la cirugía.

 

¿Cómo puedo cuidar mi vulva?

 

En primer lugar, las normas básicas de higiene para cuidar tu vulva:

 

- Después de mantener relaciones sexuales o de ir al baño, límpiate de delante hacia atrás. Si te limpias de atrás hacia delante, las bacterias de la zona anal se desplazarán a la vulva y correrás el riesgo de infectar la zona vaginal y vulvar.

 

- No duerma con ropa interior ajustada, ya que favorece la infección.

 

- Utiliza compresas o braguitas menstruales de algodón, y de algodón orgánico si es posible. Así son las braguitas menstruales Elia. Son muy suaves y cómodas en comparación con otras compresas que se pueden utilizar durante la menstruación, que pueden aumentar lla irritación ya presente.

 

Sobre el mismo tema: ¿Qué es la vestibulodinia?

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