¿Cómo puedo favorecer o frenar la subida de la leche?

¿Cómo puedo favorecer o frenar la subida de la leche?

En un artículo anterior te hablamos de la lactancia. Hoy vamos a darte algunos consejos sobre cómo favorecer o frenar la subida de la leche.

¿Cómo puedo favorecer la subida de la leche?

La primera leche que segregan los pechos se llama calostro. Se produce a mitad del embarazo (en torno a las 12-18 semanas) y en los primeros días después del parto. Aunque tu bebé sólo se alimente de esta primera leche -es decir, cuando decides ofrecerle exclusivamente la "toma de bienvenida"-, el valor de este precioso líquido es indiscutible. De hecho, esta sustancia espesa y amarillenta tiene muchos beneficios, entre ellos nutrientes que refuerzan el sistema inmunitario del bebé y le ayudan a combatir las infecciones. Entre 2 y 4 días después del parto, notarás que tus pechos están más llenos. Este fenómeno de activación de la secreción suele denominarse "subida de la leche". Tu leche se adapta a las necesidades de tu bebé. Su composición cambia y el calostro se convierte en leche de transición, que precede a la leche madura. Cada vez que tu bebé se alimenta, tu cuerpo sabe que necesita producir más leche para la siguiente toma, y multitud de estudios han demostrado que cuanto antes se ofrezca una toma al nacer, más leche se producirá. Este factor -si se combina con el contacto piel con piel desde la sala de partos- se considera una de las mejores formas de permitir que la lactancia se afiance. Si por cualquier motivo el bebé no se agarra al pecho, puedes recoger el calostro en una cucharilla y dárselo. También sabemos que cuanto más succiona el bebé en los primeros días, más leche se estimula, lo que ayuda a evitar la congestión mamaria grave, ya que el flujo sanguíneo combinado con el edema intersticial en el momento en que la leche se produce en mayor cantidad puede provocar dolor y una sensación de tensión mamaria especialmente desagradable. Como ves, la mejor forma de prevenir esta complicación es dar el pecho lo más a menudo posible o, en su defecto, extraer el calostro a mano. Pide al personal de la maternidad que se asegure de que estás cómoda. Una posición cómoda te permitirá poner tú misma al recién nacido al pecho y verle sin hacer ningún esfuerzo. Esto liberará la preciada oxitocina, que hará que tu leche fluya con más facilidad. Si tienes la más mínima duda sobre la capacidad de tu bebé para mamar correctamente, o si tienes alguna dificultad, no dudes en hablar con tu matrona o con una asesora de lactancia, si la hay en la maternidad. Puede que algunas personas de tu entorno te pregunten con qué frecuencia se alimenta tu bebé y durante cuánto tiempo. Ten en cuenta que una de las formas más pragmáticas de identificar si tu bebé está tomando suficiente leche es prestar atención a sus pañales. Los bebés deben hacer su primera deposición de meconio en las primeras 24 horas de vida. Algunos bebés expulsan meconio en la sala de partos. Puedes esperar que tu bebé haya eliminado el meconio hacia la D3. Por último, es conveniente que te mantengas bien hidratada con agua durante todo el día, bebiendo tanto o tan poco como sientas sed, sobre todo después del parto y antes de la subida de la leche, pero también durante toda la lactancia, ya que la leche está compuesta principalmente de agua.

¿Cómo puedo detener la subida de la leche?

Si no quieres dar el pecho o ya no quieres amamantar a tu bebé, se dejará que la lactancia se seque gradualmente para evitar la congestión mamaria, y es posible que tengas que dejar correr agua caliente sobre los pechos durante la ducha para estimular el flujo de leche que se produce de todos modos. Algunas madres se masajean los pechos o se extraen la leche suficiente para mantenerlos flexibles en los días posteriores al parto. Algunas madres necesitarán tomar un analgésico o incluso un antiinflamatorio para aliviar las molestias y el dolor. Existen pruebas poco sólidas de que determinados tratamientos farmacológicos son superiores a la ausencia de tratamiento para detener los síntomas de la lactancia en la primera semana después del parto. También hay que tener en cuenta que los efectos secundarios de este tipo de medicación exigen precaución. Si la situación lo requiere, debe prescribirse un tratamiento medicamentoso, un inhibidor de la lactancia con la mejor relación beneficio-riesgo. Por último, nos gustaría recordarte que este artículo se ha escrito para darte algunos consejos sobre cómo favorecer o frenar la subida de la leche, pero nada puede sustituir el consejo de un especialista de la salud. Sin embargo, nada puede sustituir los consejos de un especialista de la salud. Por ello, te aconsejamos que consultes antes el tema con tu asesora de lactancia o matrona.

- Artículo revisado por nuestra asesora de lactancia IBCLC, Carole Hervé

¿Qué es la lactancia? Lea aquí nuestro artículo

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